domingo, 6 de octubre de 2019

A TUMBA ABIERTA


Cuando alguien se pasa décadas en la cárcel y años en aislamiento, algo parece romperse definitivamente. El cuerpo y sobre todo la cabeza se colapsan;  solo los muertos soportan las tumbas.
Cuando a alguien en estas circunstancias le quitan la visita de un ser querido  se vuelve loc@ porque le arrebatan  la escasa vida que le une con el exterior, los pocos momentos que le permiten ser libre. El frágil equilibrio que se mantiene a duras penas en sitio tan hostil salta por los aires. Todo se nubla y el dolor y la rabia y el odio son tan intensos que por no matar al primero que se cruce, un@ se raja hasta que la sangre lo cubre todo.
Cuando esto sucede se acaba en enfermería cosid@ a grapas e hinchad@ de tranquilizantes  y hostias y vuelta al chabolo y vuelta a empezar. Se les llama pres@s peligros@s porque responden con violencia desesperada a la violencia rutinaria y sistemática de la institución; drogas y palos como único tratamiento.
Cuando esta violencia se muestra a la sociedad como proporcionada y ecuánime, manejándola además para exigir más represión, más autoridad, más sueldo, más reconocimiento, el odio debe pensarse y reorientarse hacia el exterior de un@, hay que salir de la tumba, no cavarla más profunda.
A tod@s l@s pres@s de aislamiento, en especial a José Adrián Poblete, inspirador de estas palabras.

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